lunes, 23 de mayo de 2011

Análisis de los riesgos de un Ironman

Seguro que a más de uno se le han presentado en su puesto de trabajo unos tipos en camisa, con una carpetita llena de hojas y le han dicho que cambie el teléfono de lado para que pueda escribir mientras lo atiende sin tener que girarse… que suba la pantalla del monitor a la altura de los ojos… que quite los reposacodos de la silla que le impiden acercarse a la mesa… en fin.. y luego se han ido, dejándole una hoja con los riesgos asociados a su puesto de trabajo, para que los firme y se de por enterado… luego cuando se golpea con la esquina de la mesa, pues ya se lo habían advertido…

Bueno, a otros ya les habrán dicho aquello de que hay que protegerse… proceder de un determinado modo para hacer tal actividad… tener cuidado con tal máquina… usar arnés, casco, tapones de oídos… es como cuando los voluntarios te dicen que frenes antes de la curva, o del badén, que queda muy bien en la teoría y es lo que más te gustaría hacer, pero luego ves que no es lo que hacen el resto de tus compañeros de pelotón…

En resumen, todo trabajador tiene que estar informado y ser consciente de los riesgos asociados a su puesto de trabajo. Hay riesgos que se pueden aceptar y riesgos que son intolerables. No se puede realizar una actividad con un riesgo intolerable, al menos hay que tratar de mitigarlo en la manera posible y la determinación de los riesgos, así como de las medidas a tomar para reducir sus consecuencias, son llevadas a cabo por los profesionales de la prevención de riesgos.

Pues eso, como futuro Ironman Finisher, debo conocer los riesgos asociados a la actividad que realizaré el próximo 26 de junio en Niza (El domingo en el Half Challenge de Calella podré ver si las medidas correctoras encaminadas a reducir las consecuencias de los riesgos, están siendo acertadas, o si habrá que tomar medidas adicionales).

Para realizar este análisis de riesgos, he tenido que estudiar cada uno de los detalles que intervendrán:
Los pasos a seguir son simples. Lo primero es identificar los peligros, luego ver los riesgos asociados a cada peligro y determinar su tolerabilidad, en función de la probabilidad de que ocurra y de la severidad de las consecuencias. Según el resultado del análisis, se deben de tomar unas medidas u otras.

A modo de ejemplo, un peligro en el segmento de bici es un trozo de cristal en el asfalto. El riesgo asociado a este peligro, es el de pinchar. La consecuencia de un pinchazo es perder el aire de la rueda y no poder seguir pedaleando. Abandonar en la bici es algo intolerable en el Ironman, con lo que no actuar frente a la consecuencia del riesgo asociado al cristal, supondría un riesgo potencial que no estoy dispuesto a asumir (inaceptable). Ya que no puedo eliminar el peligro (no está en mi mano garantizar al 100% que no exista nada en los 180km que pueda provocar un pinchazo), lo que sí puedo es minimizar las consecuencias de este pinchazo, es decir, pasar de una retirada (inaceptable), a una reparación de un pinchazo (aceptable). Por tanto, las medidas correctoras encaminadas a reducir las consecuencias del peligro, serán llevar cámaras de repuesto para reparar el caso de pinchazo.

El peligro sigue existiendo (el cristal), la probabilidad de que ocurra el pinchazo la puedo reducir partiendo con unas cubiertas en buen estado (con unas cubiertas nuevas pincharé menos que con unas muy usadas) y las consecuencias, al tener cámaras de repuesto, se han reducido, ya que han pasado de suponer la retirada (inaceptable), a ser una pérdida de tiempo en línea de meta (lo que tarde en reparar), es decir, un riesgo tolerable, que no me impedirá estar en la línea de salida.

Este sería un ejemplo del razonamiento que habría que realizar con cada uno de los peligros del Ironman. Es simple y parece tonto, pero el estudio completo sí que acaba dando una buena idea general de los riesgos con los que habrá que convivir desde el momento de la salida.

Tras pensar en los peligros potenciales del Ironman, he identificado varios de sus riesgos asociados, es decir, las consecuencias potenciales de estos peligros, que a modo de ejemplo son: Quemadura solar, ampollas, dolor de estómago, deshidratación, falta de alimentación, insolación, rozaduras, diarreas, contracciones musculares, vómitos, pinchazos, desajustes mecánicos, fatiga, accidente en bici, avería mecánica grave, rotura de cuadro o rueda de la bici, esguince, torcedura de tobillo, inadaptación a la climatología (frio, lluvia, calor).

Anotando los riesgos asociados a los peligros potenciales del ironman:
De todos estos riesgos hay que determinar su tolerabilidad, en función de la probabilidad de que ocurran y de la severidad de las consecuencias. También hay que tener en cuenta que las consecuencias no son las mismas de un riesgo aislado, que de la combinación de varios. Y para determinar la afección no hay que dejar de pensar en todos los factores que puedan influir (condiciones meteorológicas, entorno, etc).

Lo ideal sería eliminar todos los riesgos anteriores, pero en el caso de que no se pueda, al menos hay que hacer todo lo posible por reducirlos y controlarlos. Al menos, conocedores del riesgo, lo debemos dejar en un nivel tolerable.

Romper el cuadro de la bici, a modo de ejemplo, sería un riesgo que no se puede eliminar del todo. Puedo reducir la probabilidad de que ocurra, teniendo más precaución ante posibles caídas, o realizando una revisión más exhaustiva del material antes de la prueba, pero si se rompe el cuadro de mi bici, impidiendo que pueda continuar, me tendría que retirar. Digamos que las consecuencias de romper el cuadro serían catastróficas, pero la probabilidad sería extremadamente improbable, lo que hace que sea un riesgo tolerable. Puedo estar en línea de salida sabiendo que si rompo el cuadro me retiro y no necesito realizar ninguna medida más para poder competir, ya que las consecuencias son muy malas, pero la probabilidad de que ocurra muy baja.

El concepto de ALARP (as low as reasonably practical), sería aplicable a este caso, ya que el riesgo se ha reducido al nivel más bajo prácticamente posible (revisar el material). Es decir, no se puede tomar ninguna medida de mitigación adicional, bien por no existir ninguna medida (no podría llevar un cuadro de bici de repuesto), o bien porque su coste (económico, esfuerzo físico, pérdida de tiempo, etc.) sea desproporcionado comparado con los beneficios que se van a obtener.

Para ver los riesgos que no se pueden aceptar (inaceptables), los que tendremos que tomar medidas sobre ellos (tolerables) y con los que tendremos que convivir sin hacer nada (aceptables), es necesario evaluar para cada riesgo, la probabilidad de que ocurra y la severidad de sus consecuencias.

La probabilidad se determina en función de las veces que puede ocurrir algo (frecuente, ocasional, o poco probable) y la severidad de las consecuencias, en función de si es algo poco importante (limitaciones, molestias, pérdidas de tiempo, incidentes de poca importancia), importante (sobrecargas, lesiones leves, incidentes graves), peligroso (lesiones graves, riesgos en la salud, sufrimiento extremo, daños mecánicos graves) o supone la retirada de la prueba (destrucción total!!!).

En función de la combinación de la probabilidad de que ocurra y de las consecuencias del riesgo, tendremos un riesgo inaceptable (con ese riesgo no podría salir en la prueba, ya que es demasiado elevado y hay que tomar las medidas necesarias para mitigarlo hasta al menos convertirlo en un riesgo tolerable, sea como sea), tolerable (es un riesgo que no es inaceptable, pero que permite competir tomando las medidas oportunas), o aceptable (se puede aceptar sin recurrir a ninguna acción para mitigarlo, considerándolo adecuadamente controlado).

Matriz de tolerabilidad de los riesgos:
En base a esta tabla, pensando en los riesgos detectados, hay que actuar sobre los inaceptables y los tolerables. Para mitigar el nivel de riesgo se puede eliminar el peligro, reducir la probabilidad de que ocurra, o reducir la severidad de las consecuencias.

En el primer ejemplo, el del pinchazo teníamos algo que suponía la retirada, con una probabilidad ocasional, por tanto el riesgo era inaceptable. Con las medidas de llevar herramientas de repuesto, hemos hecho poco probable la posibilidad de pinchar tantas veces como para no poder seguir, con lo que el riesgo ha pasado de inaceptable a aceptable.

Otro ejemplo, en el caso del riesgo de quemadura solar, si no tomo medidas sería un riesgo tolerable, es decir, no creo que me impidiera terminar un Ironman no poner crema solar, pero las consecuencias podrían ser graves. Si me pongo crema suficiente antes y en algún momento durante la prueba, podría considerar el riesgo como aceptable, con lo que mi piel acabaría con molestias, pero no iría a mayores.

Tras el análisis, ahora ya no tengo ningún riesgo inaceptable entre todos los detectados, aunque evidentemente, enfrentarse a un Ironman, conlleva asumir varios riesgos tolerables.

4 comentarios:

Joer, Serxu, es que echabas de menos el mundo de la prevención??? Menudo frikón estás hecho, tío jajajaja.
Pues nada, tío, a ver si dentro de poco te dan la apertura del centro de trabajo y te pones a morir por Dios.

Un abrazo.

que grande eres joder!!! entre el prelimanary hazard analisys que has hecho y las fotos me has vuelto a dejar boquiabierto...

Olallo

Ostras, es que ante una entrada así no sé ni que decir... las fotos te las haces tu mismo, o lías a alguien?
Pau

Killo, de vez en cuando viene bien repasar conceptos, jejeje.

Olallo, ya ves... un estudio de estos antes de ir en bici a ver el Ironcat te podría haber servido en esa rotonda...

Pau, pues depende del día... o lío a alguien, o uso el trípode...

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