miércoles, 21 de septiembre de 2011

7.079 km en 30 años y 54 etapas

Una de las cosas que tengo que agradecerle al triatlón es que me ha acercado al mundo de las dos ruedas. Si bien en la piscina el propio objetivo de rebajar una marca personal hace que puedas entrenar o esforzarte más, sumar metros en el agua no es algo que me motive o me haga entrenar cada día, aunque puntualmente también he hecho alguna locura (como por ejemplo dos días seguidos de 100 series de 100 metros en piscina...).
La bici tiene esa parte de suerte, o de ser fácilmente influenciada por factores externos, que hace que en la competición no se puedan sacar conclusiones objetivas símplemente mirando el cronómetro. Más de una vez he llegado a hacer el mejor parcial de bici en un triatlón tras rodar en un grupo en el que el esfuerzo no fue demasiado generoso y en otras ocasiones tras varios intentos de escapada, o colaborando al máximo con los compañeros, ha salido un discreto parcial.
Por norma general cuando acompañan las fuerzas siempre me ha gustado intentar algo en la bici, aun consciente de que no es un segmento agradecido, al menos esa sensación de intentar elegir el desarrollo de la prueba la considero infinitamente mejor a dejar hacer y olvidarse de tomar protagonismo en el sector, quedando el final del segmento en manos de las especulaciones de los demás. Cuando la falta de fuerzas me obligan a resignarme a únicamente buscar la rueda de alguien, no disfruto y me molesta más eso que intentar algo suicida que me conduce a ser atrapado metros antes de entrar en boxes.
Sin embargo a la hora de entrenar, o de simplemente disfrutar, es el pedaleo lo que más hace que me vista de corto. En toda mi historia ciclista, he realizado salidas de más de 100km de bici en 54 ocasiones. Es verdad que no siempre es verdad aquello de cuantos más km más memorable es una etapa, pero cuando se pasa de los 100km siempre hay algo reseñable en ese día. Bien por falta de costumbre, por llegar a sitios donde normalmente nunca llegas, por subir un puerto especial, o por pillar un buen "globo", estas salidas las tengo registradas de un modo especial y en mis 14 años de triatleta, han estado distribuidas del siguiente modo:
En colunmas el número de veces que he pasado de 100km en el año (en el 2011 llevo 14 pero quedan los meses de la pretemporada 11/12) y con un punto el número de km que hice en la salida más larga de ese año.
En los 10 años que van de 1.998 al 2.007 he superado los 100km en tan sólo 13 ocasiones y las primeras ocasiones las recuerdo como auténticas etapas épicas, que iban acompañadas de muchas anécdotas y poco fondo acumulado, que acababan derivando en una tarde de sofá con las piernas en alto, sin poder moverme.
A partir del 2.008, año en el que llegué al Prat-Triatló, comencé a realizar más salidas de este tipo, llegando en el 2.009 a superar la barrera en 15 ocasiones. Sin embargo, a nivel km por etapa mis records seguían siendo los de ir de Gijón a Covadonga en el 2.005 o de Gijón a León en el 2004 (De aquella hacía entre 2.000 y 5.000km por temporada). En la temporada 2008/2009, que más veces pasé de los 100, sumé casi 9.000km (8.964km que es mi record por temporada).
Hay que tener en cuenta que el 2011 no ha acabado y es posible que iguale o supere las 15 salidas del 2009. No es que lo tenga como objetivo, pero la monserratina a finales de octubre y alguna salida aprovechando vacaciones navideñas, pueden hacer que este año sea no sólo el año en el que más km he hecho en un sólo día, sino el que más veces he pasado de los 100km. Eso sí, en el total de km no llegaré ni de lejos a los 9.000 del 2009, aunque calculo que saldrán unos 6.000km.
Cuando esas salidas forman parte de una preparación "normal" pues es raro alejarse demasiado de los 100km, ya que no dejan de ser un entreno de fondo de sábado en el que metes unos km de más y hasta te calientas las piernas en más de una tachuela, pero este año, en el 2.011, año del Ironman, la distribución de mis salidas se aleja un poco de lo normal.
En este gráfica se ven agrupadas por intervalos las salidas que he hecho de más de 100km. En color azul, están las 14 que llevo en el 2.011. De esas 14, siete de ellas están por encima de los 150km y tres superan los 230km.
Volviendo a la magia que tiene el ciclismo, cuando uno hace 200km por mucho entrenamiento que tenga (sobretodo hablando de 5.000-9.000km anuales), siempre se le tiene mucho respeto a la distancia y cuando se planea una ruta ambiciosa que aspira a convertirse en un nuevo record de km en un sólo día, es mucho más que un entrenamiento. Es un desafío, un reto, una incógnita. Es enfrentarse a algo contra lo que nunca antes se ha luchado y no estamos peleando contra el cronómetro, ni contra oponentes. Salimos al asalto de nuestra propia historia.
Ahora yo ya he dejado mi listón en los 247,25km que realicé el 15 de abril del 2.011, entre Barcelona y Huesca. Además que no fue una etapa nada facil y fue la primera de las cuatro etapas que me llevaron a Asturias. El perfil de aquel día, con las localidades de paso es este:
Para aspirar a entrar en mi Top-10 de salidas largas tendría que superar los 176km que hice en el Ironman de Niza. Únicamente dos "irreductibles" resisten en ese top-10, las dos citadas salidas del 2.004 y 2.005 (201 y 204km), el resto lo ocupan una salida del 2.010 (190km) y siete del 2.011 (176, 190, 204, 207, 231, 231 y 247km).
El 2.011 ha sido un año de muchas salidas épicas, aunque en km totales por temporada el 2.010 y el 2.009 lo hayan superado.
Una de las cosas que más valoro de lo logrado esta temporada es lo que he llegado a ser capaz de hacer pedaleando. Cosas implanteables incluso hasta días antes de pensar que existía la posibilidad. Evidentemente a base de pedalear se acaba llegando a poder hacerlo muy rápido y durante mucho tiempo y también lo he podido demostrar en alguna competición (quede reflejado en el parcial o no), pero la sensación de querer recorrer nuevas rutas, o seguir escribiendo líneas del libro de la experiencia, hacen que independientemente de que vuelva a poder mover las coronas como días pasados, siga pensando en que aun me quedan muchas horas de disfrute pedaleando.

2 comentarios:

Gracias a la bici disfrutas de la naturaleza y conoces muchos lugares preciosos. ¿Verdad?

Con la bici a veces se va por sitios que merecen mucho la pena y sin embargo no llegas a ningún destino en sí, con lo que en coche, o de otro modo no pasarías con tanta frecuencia nunca.

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