Como ya es tradición en la mañana de Navidad, se celebró en Gijón la copa de Navidad, cuya primera edición data de 1932, retomándose de nuevo a principios de los 90 y siendo la de este año la vigesimosegunda edición, aunque la primera con la denominación de
Travesía de Navidad. Es la segunda más antigua de las que se celebran en España, por detrás de la de Barcelona.
Los gijoneses Diego García (C.N.Palma) y Laura Fernández (C.N.Alcorcón) se llevaron la victoria en la prueba.
Algo menos de 100 nadadores tomaron parte en la salida, desafiando los 4ºC que marcaba el termómetro en la zona de la salida y los 10ºC a los que se encontraba el agua, aunque la lluvia respetó y dejó un buen día de sol.
Los participantes de la prueba, en la clásica foto de grupo:

La edición del 2009 ha supuesto mi 10ª participación en esta singular prueba y la primera con el C.N.Aquamasters, mientras que para Ana era su segunda copa de Navidad con el club.
Ana y yo, antes de dirigirnos a la salida:

Como cada año, la salida se dio desde la rampa de la Barquera, frente a la estatua de Pelayo, situándose la llegada en la rampa de la Rula. El recorrido 220m por el puerto deportivo de Gijón y en esta edición los nadadores fuimos accediendo a la zona de la rampa de salida por orden de dorsal.
Croquis del recorrido, estando en cámara de salidas:

A diferencia de la Copa Nadal que se celebra en Barcelona, en la que todos los nadadores saltan en igualdad de condiciones desde un barco, en la prueba de Gijón, la salida se da desde una rampa, con diferente altura en función de dónde te coloques y con salida en ángulo, lo que hace que sea crítica la colocación en la rampa a la hora de querer disputar la prueba.
Yo este año me coloqué en segunda fila, ya que no veía claro tirarme de cabeza y opté por saltar de pie, detrás de alguno de los favoritos.
Minutos antes de la salida, a la derecha, con bañador negro de estrellas:

En el momento de la salida dudé lo justo para quedar cerrado y luego claro... a esperar encontrar un hueco para saltar... para acabar saltando de pie, pegado al muro y con cabeza de carrera ya a varios metros. En una prueba de poco menos de 3min, resulta determinante, pero tampoco tenía el día muy competitivo...
Instantánea de la salida. Yo soy el de la goma de gafas amarillas, que señala la flecha verde:

No sé si fue comenzar a nadar entre tanta gente sin encontrar un hueco libre, o el enorme choque térmico, pero los primeros 30m de nado me costaron más que nunca. No era capaz a coordinar la respiración y me di bastantes golpes con la gente. Meter la cabeza en el agua era un dolor...
Primeros metros de la travesía:

Pero la verdad es que ha sido el primer año en el que no fui de más a menos y enfocada la recta paralela a los barcos, comencé a pasar a gente. Incluso en los metros finales, donde siempre me adelantan, este año adelanté a alguno y llegué bastante bien al final, sin pillar la petada tan característica de los metros finales de esta prueba.
También es cierto que por delante ya se habían repartido todo el pastel. Lo que no pude evitar es la pérdida de sensibilidad ocasionada por el frío en los últimos metros, en los que la sensación de meter los brazos en el agua y traccionar, no se parece en nada a otro tipo de competiciones.
Mi llegada a meta, el 10º absoluto:

Pero una vez fuera del agua, ya te olvidas de lo mucho que te estabas arrepintiendo de estar ahí minutos antes de la salida... Además un chocolate caliente, entra solo...
Con Angel, Fernando y Toni:

Y como es tradición, entonamos el clásico "Asturias patria querida" mientras llegaban los últimos nadadores de la prueba, para intentar entrar en calor.
Con Alberto, Carlos, Toni y Ana, cantando en la llegada:

Y completado el himno, aplausos y hasta la próxima edición!

Después de una ducha caliente ya se empiezan a ver las cosas de un modo distinto, pero varios éramos los que ya pensábamos en la siguiente cita, que será mañana en Castrillón, para correr una prueba de 8km. Yo ya estoy afilando el cuchillo (la espada la dejo para más adelante...)
Fernando, Alberto, Carlos, Omar y yo, nos volveremos a ver las caras mañana, pero en distinto medio, sobre el asfalto: