que si un clavo saca a otro clavo...
En los primeros minutos una vez pasada la meta del Half Challenge estaba cansado, pero contento. En una prueba de más de 4 horas pasan muchas cosas y saber reponerse a los malos momentos y volver a salir adelante, es algo que uno siempre tiene que valorar, porque son las cosas que te hacen ser más fuerte, y demuestran que uno no es sólo capaz de ir bien cuando todo le es favorable.
Algo más tarde ya no sabía como estar, porque la prueba que hizo que quisiera debutar en larga distancia esta temporada, había finalizado y no había respondido a mis espectativas.
Por un lado si alguien me hubiera dicho que sería capaz de tener un resultado así, en una prueba de estas características, no le habría creido, ya que la verdad es que me sorprende lo bien que me ha ido tanto en el doble olímpico de Arinaga, como el pasado domingo en Calella. Pero por otro lado, sentía que todas las ganas puestas en la carrera, todo lo que quería demostrarme a mí mismo, no lo había podido hacer, porque la prueba se desvirtuó por completo y ya no estaba ante el mismo escenario del que había partido. Se había convertido en una prueba más, en un triatlón más... más largo, más duro, pero una prueba más.
Entonces empecé a preguntarme si había merecido la pena el esfuerzo, si la ilusión y el tiempo empleado me había compensado.
¿Había logrado algo que no pudiera encontrar en otra distancia? En Arinaga tenía muy clara la respuesta, fue una experiencia totalmente diferente: el ambiente pre y post prueba, conocer el modo de ver el triatlón y la experiencia de los participantes, el reto personal... estaba cansado pero muy contento, había superado lo que para mí era un gran reto en ese momento.
Pero el pasado domingo no sabía responder a esta pregunta. ¿Qué me llevo de Calella? No lo tenía claro... pensé que quizás lo podría valorar más con el tiempo.
El lunes muscularmente estaba todo lo bien que se podía estar tras un medio Ironman y me apetecía correr algo, así que fui a entrenar, pero mi cuerpo me dijo que no todos los días es fiesta y no me dejó bajar de 5'30''min/km. Vale, el lunes estaba cansado , pero me apetecía hablar de la prueba con los compañeros.
El martes, visto el lunes, opté por descansar completamente. Ya me dolían algo las piernas y tras leer los comentarios de muchos respecto a la prueba, se me empezaban a quitar las ganas de seguir hablando de Calella.
Y hoy volvía a tener ilusión por salir en bici, pero empecé a ir mal, mal de piernas, mal de sensaciones, mal anímicamente... desmotivado... acabé llegando a casa triste, sin ganas de pedalear, sin ganas de hablar, dejé la bici apoyada y no le dije un hasta mañana, ni siquiera me quise plantear cuándo la volveré a coger... desde luego ni me planteé ir a correr algo tras la bici.
Espero poder recuperarme física, pero sobretodo psicológicamente para el próximo domingo, para volver a tener las ganas que tenía de triatlón en estas últimas semanas y volver a disfrutar de la competición.Algo más tarde ya no sabía como estar, porque la prueba que hizo que quisiera debutar en larga distancia esta temporada, había finalizado y no había respondido a mis espectativas.
Por un lado si alguien me hubiera dicho que sería capaz de tener un resultado así, en una prueba de estas características, no le habría creido, ya que la verdad es que me sorprende lo bien que me ha ido tanto en el doble olímpico de Arinaga, como el pasado domingo en Calella. Pero por otro lado, sentía que todas las ganas puestas en la carrera, todo lo que quería demostrarme a mí mismo, no lo había podido hacer, porque la prueba se desvirtuó por completo y ya no estaba ante el mismo escenario del que había partido. Se había convertido en una prueba más, en un triatlón más... más largo, más duro, pero una prueba más.
Entonces empecé a preguntarme si había merecido la pena el esfuerzo, si la ilusión y el tiempo empleado me había compensado.
¿Había logrado algo que no pudiera encontrar en otra distancia? En Arinaga tenía muy clara la respuesta, fue una experiencia totalmente diferente: el ambiente pre y post prueba, conocer el modo de ver el triatlón y la experiencia de los participantes, el reto personal... estaba cansado pero muy contento, había superado lo que para mí era un gran reto en ese momento.
Pero el pasado domingo no sabía responder a esta pregunta. ¿Qué me llevo de Calella? No lo tenía claro... pensé que quizás lo podría valorar más con el tiempo.
El lunes muscularmente estaba todo lo bien que se podía estar tras un medio Ironman y me apetecía correr algo, así que fui a entrenar, pero mi cuerpo me dijo que no todos los días es fiesta y no me dejó bajar de 5'30''min/km. Vale, el lunes estaba cansado , pero me apetecía hablar de la prueba con los compañeros.
El martes, visto el lunes, opté por descansar completamente. Ya me dolían algo las piernas y tras leer los comentarios de muchos respecto a la prueba, se me empezaban a quitar las ganas de seguir hablando de Calella.
Y hoy volvía a tener ilusión por salir en bici, pero empecé a ir mal, mal de piernas, mal de sensaciones, mal anímicamente... desmotivado... acabé llegando a casa triste, sin ganas de pedalear, sin ganas de hablar, dejé la bici apoyada y no le dije un hasta mañana, ni siquiera me quise plantear cuándo la volveré a coger... desde luego ni me planteé ir a correr algo tras la bici.
Cabizbajo con la medalla de finisher que por un lado quiero y por otro odio:
Pues eso... que dicen que un clavo saca a otro clavo, y espero que sea así tras el Triatlón Ciudad de Mataró del próximo domingo.
maximo tu marca del domingo pues es buenisima, y pasa de todo lo demás.
Yo he hecho algo parecedo pues tb llevo algunos dias rallado, perohay que mirar para delante y ser conscientes que hemos realizado una gran marca en un tri de muchisimo nivel¡¡¡
Un abrazo
Ivan
ivan dijo... 27 de mayo de 2009, 21:16
valora al maximo...
ivan dijo... 27 de mayo de 2009, 21:35
No pasa nada, como tu bien dices hay que reponerse a estas situaciones. Recuerda que después de la euforia viene el bajón, pero tienes que saber que todo vuelve a su sitio y cuando menos te lo esperes volverás a entrenar como antes y a tener esas ganas.
Por cierto yo saldré en bici a las 15:30h en el Sagnier hoy jueves, es por si te quieres volver a motivar.
Ánimos!!!!!!
Oriol
Anónimo dijo... 28 de mayo de 2009, 6:34
Venga máquina, es normal un bajón mental después de una prueba de larga distancia.
La mayoria de deportistas después de estas pruebas programan dias de descanso y recuperación, pero tu estás metido en la pomada de la lliga catalana.
No se que recomendarte, ni tampoco se si un clavo saca otro clavo, pero habla con el entrenador, y busca dentro de tí mismo el gérmen que te hace practicar este deporte, a veces competir es mas duro de lo que parece.
Aún así el mono no es de goma, por tanto quizá tendrás que gestionar tus esfuerzos físicos y mentales hasta final de temporada.
Nose vemos
jose maria dijo... 28 de mayo de 2009, 9:15
sergio campeón, lo de calella fue eso un triatlón más, más largo y ya está. q no te coma la cabeza con la temporada q estás llevando. ánimos y el domingo otra vez alante. espero q te ayude a volver a motivarte y q se te pase el mal sabor de boca. no vale la pena! nada crack a por todas y nos vemos en salou!!
USKAR dijo... 28 de mayo de 2009, 20:42
Ivan, la marca del domingo si parece buena, pero tampoco será comparable a otros circuitos que sean más duros. Aunque ya es una buena referencia.
Oriol, hoy te he visto en la bici cuando volvía de hacer la compra... al final he ido a nadar 1200m por la noche
Jose María, sé que después de una cosa así es normal tener un ligero bajón, lo único que en mi caso se han juntado varias cosas, pero creo que competir es lo único que me hace volver a querer entrenar.
Uskar, este mes con mataró seran 6 los triatlones que haré (un olímpico, 4 sprints y un medio Ironman). Seguro que me quedo con buen sabor de boca cuando acabe el mes.
Sergio García dijo... 28 de mayo de 2009, 22:07
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